MORIRÉ
Moriré cuando Dios lo decida
moriré cuando Dios lo decida
no depende de mí
moriré cuando Dios lo decida
moriré cuando Dios lo decida
me calma esa frase
no hay nada que pueda hacer
pero si me permite una petición
me gustaría seguir vivo
para cuidar de mi madre
aunque a lo mejor Dios sabe que
yo seré malo y me olvidaré de ella
si es así, que me mate cuando quiera
pero al menos, que me de la oportunidad
de tomar una decisión,
una nueva
PIEL
Arrepentido, digo ahora:
no destruyas mi carne, ¡por favor!
era tan tersa… Delgada e inocente
y fui yo mismo el que decidió
que la penetrasen con fuerza y rabia
que me atravesaran los poros, imprudente
fingiendo un arrebato de sexo
que me dejase al borde de la muerte
jugué con fuego
pagué con mi piel
la frustración de no tener suerte
en el amor
“viólala”, le dije
castígala por ser fea
debe serlo, ya que nadie busca su roce
y yo envidioso… “Destrúyela, no sirve”